46 En el esfuerzo por un hombre nuevo y una sociedad más humana, pacífica y justa, sabemos que el contenido más profundo de nuestro mensaje al mundo joven es Cristo, pues su misterio de Muerte y Resurrección es el mensaje de la Iglesia a los hombres. Su irradiación emana del hombre y de la mujer tocados positivamente por este misterio.
En este sentido nuestra Comunidad se entiende a sí misma, fundamentalmente, como proyección de vida y no sólo de acción, y se expresa entre los jóvenes a través de su presencia educativa.
47 Creemos y experimentamos la capacidad que el joven tiene de desarrollar sus riquezas de ser, de comunicarse con otros jóvenes y transmitir vitalmente contenidos profundos, transformando su realidad y la nuestra.
La Comunión entre jóvenes y adultos la consideramos indispensable de cara al desarrollo de la Misión.
48 Dentro de nuestras posibilidades de cada momento optamos por los medios más directos, entendiendo por tales aquellos que procedan de un contacto más cercano, abarquen de un modo más completo al joven y contribuyan mejor al desarrollo integral de su persona.
La tarea evangelizadora nos exige una constante preocupación por encontrar en cada momento las expresiones más adecuadas, cercanas y atractivas.
49 En el trato con cada joven potenciamos una actitud de diálogo como amigo y hermano, en recíproca comunicación de valores.
50 Nos dirigimos tanto a los jóvenes como a las estructuras, de ma-nera que la acción sobre éstas no pierda su carácter de servicio a las personas.
Como tónica general, partimos de los propios ambientes juveniles. Queremos participar en las instituciones que les afectan; crear respuestas que tengan validez social, propias o en colaboración con otros; atender a la promoción y formación de animadores y educadores de juventud para que se comprometan con sus semejantes; prestar atención a aquellos jóvenes inquietos que buscan una mayor y generosa entrega a Dios y a los demás.
Los hermanos que estén con jóvenes en su ambiente profesional, social o familiar, deben sentirse especialmente responsables de compartir su vida con ellos.
No obstante, la Comunidad como tal, en el seguimiento de jesús crucificado y en la alegría de su esperanza, está comprometida a actuar siempre y de modo preferente cerca de la juventud, social, humana y religiosamente más necesitada de promoción.
51 Desarrollamos nuestra Misión cerca de la juventud, a través de un Proyecto Educativo abierto y flexible que comprende tres etapas progresivas con objetivos acentuados en cada una:
– El despertar de su propia identidad.
– El crecimiento personal y solidario.
– La apertura a la fe en Jesús de Nazaret.
52 En la Comunidad queremos hacer Comunión, participando en la pastoral juvenil de cada Iglesia local y deseamos compartir el espíritu liberador de la Iglesia universal.
53 En la Comunidad queremos hacer Comunión, participando en la pastoral juvenil de cada Iglesia local y deseamos compartir el espiritu liberador de la Iglesia universal.