1.Finalidad educativa.

Queremos servir a la juventud y con los jóvenes, creyentes y no creyentes desde sus problemas y necesidades reales (Const. 31 y 34) y a la vez como mutua ayuda e interacción (Const. 27) en intercambio de valores.

Nos proponemos ver y sentir a los jóvenes como amigos y hermanos (Const.49) sirviéndolos para su mejor desarrollo integral, esto es, de toda la persona y en todas sus facetas (Const.48).

Nos importa la etapa evolutiva de la adolescencia y juventud por considerar:

  • que son las menos atendidas por las instituciones sociales y aun eclesiales.
  • que son los períodos de edad difíciles en los aspectos psíquico‑personal y espiritual‑religioso.
  • que con facilidad se puede entrar en la marginación por desorientación, confusión y dificultades para la inserción socio‑laboral y aun eclesial.
  • que abunda la automarginación por fracaso escolar y otras causas.
  • que, al mismo tiempo, son las etapas en que se forja el carácter y la personalidad, la orientación y el sentido de la vida que puede marcar el resto de la misma.

Por la evolución social de la realidad juvenil será también objeto de nuestra acción educativa la preadolescencia y la primera juventud.

Queremos, pues, contribuir con otras instituciones y asociaciones educativas, valorando sobre todo el tiempo libre y con la referencia final de Jesús de Nazaret.

2. Filosofía y vida.

Está animada por una filosofía personalista expresiva de un verdadero «humanismo cristiano» que trata de promover el reconocimiento de la dignidad y el desarrollo integral y pleno de cada ser humano, desde su misma juventud actual.

Una filosofía de la vida que solo será eficaz en la transmisión o intervención educativa, cuando el que trata de servir en ella, la vive. Sólo así será real y verdad nuestro principio educativo de actuar por la «presencia e irradiación» (Const. nº 46).

3. Como ente social

Como entidad social, mantiene el concepto de fraternidad humana universal, de la solidaridad local, nacional e internacional y propugna una sociedad mejor, más al servicio de¡ hombre y más según Dios.

Por ello ha de educar en la conciencia social y activa correspondiente, y para actuar el cambio social. Su escuela es la propia comunidad y la fraternidad en ella, evitando paternalismos y proteccionismos.

4. Como comunidad educativa.

Como comunidad educativa y evangelizadora de jóvenes, y con preferencia los que en la vida y sociedad tienen menos oportunidades y recursos, tiene un modelo de ser persona y de sentido último de la vida, en el Amor y Reino de Dios, en Cristo. Es la Misión recibida en la Iglesia.

En la Comunidad todos sin excepción y todo lo suyo ha de ser educativo.

5. Vocación y Misión.

Vocación, como elección y llamada personal del Señor que crea la convocación o comunidad, y misión se relacionan, al tener la misma raíz carismática en el amor de Dios a los hombres, amor al prójimo para nosotros, particularizado dentro de¡ general; en los jóvenes cuando la problemática de éstos es uno de los signos de los tiempos preocupantes en la Iglesia.

Tarea que, a la vez, nos identifica con la misión misma de Jesús: la construcción M Reino entre los hombres.

Así, el proyecto educativo no solo da criterios y signos, ya que su finalidad es instrumentar las mediaciones M amor de Dios en Jesucristo ‑ Iglesia Comunidad ‑jóvenes.

De la vocación personal al seguimiento de Jesús, pasando por la vocación comunitaria, fraterna, se llega a la misión entre los jóvenes según diversas formas de intervención directas o indirectas.

6. Criterios de acción.

  • Acrecentar el interés por la propia persona y en general por el mundo de las personas. Personalismo, personaliación, autoestima.
  • Conseguir una calidad de relaciones, horizontales, de amistad, de comunicación y participación. En recíproca comunicación.
  • Lograr que cada uno se interese y se responsabilice de su formación integral y como persona social.
  • Interesar y preparar anímadores, educadores para el desarrollo infantil y juvenil en tiempo libre.
  • Formar, a la vez, mediadores sociales comprometidos en el cambio social.
  • Crear la preocupación preferencial por la juventud con menos recursos, marginada y necesitada.
  • Anunciar el mensaje evangélico de jesús de Nazaret, capaz de cambiar desde el interior, por el amor, a la persona, su vida y sentido de la misma, así como su proyecto exterior.

6.1 Lo fundamental del Proyecto Educativo.

  • La persona, el tipo de hombre y mujer ‘nuevos» que se propone facilitar nuestra intervención educativa, respetando la originalidad, libertad, ritmo y proceso propio de cada joven.
  • Y todo ello mediante caminos de crecimiento, personalización y socialización local y universal, de fondo cristiano (Credo de la C.M.J. ).
  • La educación en valores, humanos, sociales y espírituales, respetando siempre el descubrimiento y asunción de la propia personalidad (Credo C.M.J.), y potenciando el reconocimiento personal, la autoestima, 1 a vida y la esperanza.
  • Una concepción de la sociedad, del mundo y del progreso, al servicio de la persona según criterios evángelicos implicitos o explícitos, de paz, justicia y solidaridad que abarquen a la Humanidad entera (Credo C.M.J). K
  • Y respetando la decisión y libertad personal, la fe en Dios, Personal, Amor, Padre, autor y fin de la vida en jesucristo mediador, y en el Pueblo de Dios que debe ser la Iglesia.
  • Así como, en otros casos, el respeto y fidelidad a las sanas, rectas y partes comunes de verdad de otras creencias y religiones, sobre todo monoteístas.

6.2. Cualidades sobresalientes de nuestro P E

  • La identificación eclesial católica de la Comunidad como marco de referencia y como tal, universal, abierta al diálogo y a la actitud preferencial por los pobres
  • La preferencia de solidaridad hacia los jóvenes con menos recursos y oportunidades de promoción, que vi ven en ambientes marginales, y en general, menos favorecidos por el sistema.
  • La seglaridad que se orienta a las tareas profesionales, institucionales y otras, así como a entes de validez social que estén en servicio y contacto con jóvenes.
  • La tendencia a favorecer la participación activa y el protagonismo de adolescentes y jóvenes y de sus grupos, así como su responsabilidad y compromiso en el desarrollo personal, grupal y social, en la toma de decisiones con sus riesgos, avances y frustraciones consiguientes.
  • La creación de conciencia social y apartidista para el fomento de la participación actual o futura en la problemática común, política, obrera o sindical.
  • Y como medios el diálogo, la tolerancia, la democracia y la solidaridad, concretas o en lo inmediato y local y abiertas a lo universal. Todo orientado siempre hacia los menos favorecidos.
  • La actuación en cooperación, grupos y equipos, convivencias, asociaciones, favoreciendo la comunicación cada vez más profunda y la apertura y contacto con el entorno real y exterior.
  • La relación y colaboración, en lo posible, con padres y familias de los adolescentes y jóvenes en quienes intervenimos educativamente, como primeros educadores y principales responsables de sus hijos/as.
  • El uso del tiempo libre para actividades educativas, la animación socio‑cultural, contacto con la naturaleza, el ejercicio físico y deportes, las acciones grupales y personales de expresión, creativa, dinámicas, audiovísuales y dramáticas,…
  • La orientación comunitaria y asociativa en general, la creación de grupos de asociaciones, centros y tareas juveniles.

7. Objetivos generales.

Toda una filosofía de la vida para encarnar en un hombre y mujer jóvenes nuevos, comprometidos en el hacer cotidiano de una sociedad más justa y más humana por más al servicio del hombre y que trata de hacer el

  • SER PERSONA, creciendo en el desarrollo de la identidad y personalidad.
  • SER SOLIDARIO con toda persona, sin fronteras, con los próximos y ciudadano local y M mundo.
  • SER UTIL, por el trabajo, el estudio, la cooperación social, el amor a la naturaleza, la tolerancia,….
  • SER CULTURAL, abierto al aprender para mejor ser y servir.
  • SER FESTIVO, con la alegría y la iniciativa, valorando el tiempo libre personal, de niños y jóvenes, y de todas las personas.
  • SER TRASCENDENTE, cultivando los valores humanos superiores, entrando en el misterio y problema del hombre, abierto a Dios.